Seguime en Facebook

Las dos orillas

9 de Julio de 2014
Parada en una orilla del río veo la otra que está cerca y lejos al mismo tiempo. El agua salpica mientras no para y arrastra o conduce lo que la habita. Hace tres años y medio nació Cali y hace poco más de dos meses, Mateo. Mis dos orillas. En el medio, un cóctel de recuerdos que salpican al abrir la coctelera.
Con el diario tuve la intención de relatar, en momento presente, lo que iba viviendo. En mi lista de los “nunca logrados” sumé este no-logro. Excusas, infinitas: por olvido, por pereza, porque me salieron muchos orzuelos o por pura insatisfacción del relato que siempre terminaba para revisión un días más. Ahora estaría bueno retitularlo: Relatos de una ex embarazada. Pero si vuelvo a quedar (pérdida de cabeza mediante), tendría que volver al nombre original.
Por otro lado, hasta que uno deja de sentirse embarazada pasa un tiempo. Con Cali me llevó dos años (físicamente sobre todo por los talles extras, las carnes mal acomodadas y las confusiones de las personas que no te conocen. Las que te conocen se van acostumbrando a tu nuevo formato maxi).
No estoy segura de ponerme las pilas con los relatos justo ahora que tengo menos tiempo que nunca. Esta poca confianza hacía mí misma me frustra y hace que germine muy mal humor. Si no lo hice antes, ¿qué me hace pensar que lo voy a hacer ahora? Tal vez la bofetada que recibo de haber vivido la mitad de mi vida (si tengo esa suerte) sea la clave para dejar de procrastinar. No hay tiempo que perder.
Me voy a poner manos a la obra, literalmente.

No hay comentarios: